En Navidad, tiempo comprendido entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos según la RAE, tus rutinas alimenticias y de higiene oral cambian, poniendo en jaque tu salud bucodental. Redobla la prevención y el cuidado de lo que ingieres así como de tu limpieza diaria si no quieres padecer las consecuencias negativas de los excesos de estos días.
La Navidad es tiempo de emotivos encuentros, celebraciones y fiestas. Pero, también, de cambios de rutina en tu alimentación y en el aumento de la ingesta de grasas, dulces, bebidas carbonatadas y alcohol. Por eso, en estos días es muy importante la prevención, saber lo que comes y bebes, y el cuidado de tu salud bucodental.
Así, y sin ánimo de amargarte las navidades, comentarte que, pasados estos días, sois muchos los pacientes, tanto adultos como niños, que acudís a nuestras clínicas con problemas de caries y dentales. Debido, en el 50% de los casos, a un excesivo consumo de azúcar y una inadecuada rutina de higiene.
Cuántas veces te hemos dicho eso de que “somos lo que comemos”. Pues bien, en Navidad tu dieta saludable salta por los aires y das rienda suelta al sentido del gusto. Pero los excesos pueden causar un grave perjuicio en tu peso y en tu boca.
Muchos de los alimentos que ingieres en estas fiestas suponen un riesgo muy elevado para los dientes por su contenido en azúcar, su textura pegajosa o su dureza. Vamos a listar algunos de ellos y a contarte por qué debes tomarlos de forma controlada y cuidar tu higiene dental, sobre todo, después de tomarlos.
Fruta escarchada
Puedes ingerirla por sí sola y, también, es el complemento más frecuente de los roscones de Reyes. Contiene un alto porcentaje de azúcar en su composición (hasta un 80%) y tiene una textura excesivamente pegajosa que hace que se adhiera a los dientes y sea muy difícil despegarla, incluso, cepillándote con cuidado, lo que eleva sobre manera el riesgo de caries. Para eliminarla en su totalidad, usa seda dental y colutorio.
Guirlache
Este caramelo mezclado con distintos frutos secos, sobre todo almendra, supone dos riesgos para tus dientes: el del azúcar que contiene y que, por su dureza, puedas llegar a romperte alguna pieza dental. Para reducir los riesgos, manténlo en la boca para que se ablande poco a poco o pártelo con la mano, nunca con la boca.
Chocolate a la taza
El chocolate a la taza calienta el cuerpo, pero también los dientes. De hecho, su contenido en azúcar es superior al del guirlache. Lo bueno es que su estado líquido hace más fácil eliminarlo, siempre y cuando te enjuagues bien la boca inmediatamente después de tomarlo.
Mazapán
El problema que plantea el mazapán es similar al de la fruta escarchada. Su textura hace que se pegue a la superficie de tus dientes y te obliga a esmerarte con el cepillado para eliminar sus restos. Casi el 50% de su contenido es azúcar.
Turrón duro, blando o de chocolate
La dureza del turrón de Alicante, conocido como ‘el duro’, y las almendras que contienen eleva el riesgo de pequeñas fracturas dentales al morderlo. Puede destrozar también los empastes y dañar los trabajos de ortodoncia. Sin embargo, el turrón de Jijona o turrón ‘blando’ se cuela en cualquier recoveco de tu boca y sus trocitos de almendra dañan tus encías. Por su menor porcentaje de azúcar, te aconsejamos ingerir mejor turrón duro que blando o de chocolate. Pero si optas por el de chocolate, mejor el negro, al 70% posee propiedades antioxidantes y cardioprotectoras.
Roscón de Reyes
Bollo y nata, decorados con un montón de ‘miniaturas’ de fruta confitada o escarchada que lo hacen irresistible pero que son un verdadero peligro para tus piezas dentales. Los escarchados, como ya te comentábamos, se pegan como con pegamento a los dientes, el azúcar se cuela por todos los huecos de nuestra boca y las almendras laminadas se clavan como agujas en las encías y en los espacios interdentales. Evidentemente, no vas a dejar de tomarlo, pero, por favor, extrema la precaución al comerlo y cepíllate muy bien los dientes después. Además, elimina cualquier pequeño resto con seda dental y enjuague.
Golosinas pegajosas y dulces blandos
Multiplican el exceso de azúcar. Crean, además, muchos problemas de inflamación de encías en los niños y adultos que llevan aparatos de ortodoncia. Los dulces más duros pueden fracturar los dientes, así como destrozar los empastes y dañar los trabajos de ortodoncia. Las bacterias productoras de caries se nutren especialmente de los alimentos ricos en azúcares.
Alcohol
Si algo caracteriza a las fiestas en general y a la Navidad en particular es el consumo de alcohol. Los brindis se suceden por doquier y, ya se sabe, ‘chichinear’ con bebidas no alcohólicas trae mala suerte. El problema es que el alcohol es muy dañino para tu salud en general y también para tu boca. Llegando, incluso, a cambiar su pH, lo que puede dar lugar al inicio de caries y otras enfermedades bucodentales. Así, para los brindis navideños te recomendamos tomar champán sin alcohol. Pero si te es complicado resistirte, elige vino tinto, ya que el vino blanco y el champán, son más agresivos para el esmalte y para el cemento de la raíz dental.
Bebidas azucaradas
Consumir en exceso bebidas azucaradas puede llegar a ser muy agresivo para los dientes, dañando gravemente el esmalte. Ya de paso, a la hora de endulzar el café o las infusiones, te recomendamos el aspartato, la estevia u otros edulcorantes menos dañinos para los dientes que la glucosa u otros azúcares.
Bebidas carbonatas o zumos ácidos (naranja, limón o pomelo)
Este tipo de bebidas descalcifican el esmalte de tus dientes y provocan un desgaste prematuro. Te aconsejamos usar pajitas al beberlos.
Comer fuera de casa
Pero en Navidad, viajar y comer fuera de casa es, también, algo más recurrente que en otras épocas del año. El problema de ésto está en no cepillarse los dientes inmediatamente después de cada comida. Y no lo decimos por decir, según Estudio Bucodental de Sanitas, sólo 1 de cada 3 españoles no se cepilla los dientes cuando come fuera de casa.
Este factor, unido a la falta de uso de seda dental o de cepillo eléctrico, hace que estos días la salud bucodental se resienta. Recuerda que una mayor hipersensibilidad dental, problemas de encías o caries son problemas frecuentes derivados de una higiene dental incorrecta.
Por ello, te recomendamos llevar siempre encima un pequeño kit de limpieza dental con los elementos básicos: cepillo, pasta dentífrica fluorada (mínimo 1450 ppm) y seda dental. En su defecto y sin que sirva para sustituir al cepillado, un chicle con xilitol y sin azúcar puede ayudarte a eliminar puntualmente los restos de comida.
De más a más
Y ya, de más a más, durante las navidades, procura no abusar del consumo de bebidas y alimentos fríos. Los cambios de temperatura bruscos son uno de los grandes enemigos del esmalte y favorecen la aparición de la temida hipersensibilidad e, incluso, de inflamaciones de los vasos sanguíneos del interior de tus dientes.
Aumenta el consumo de proteínas, calcio, flúor y vitaminas A, C, D y K. Y mantén tu boca siempre hidratada. Alterna los refrescos o bebidas alcohólicas con agua. Te ayudará a generar saliva y a favorecer, además, la eliminación de restos de alimentos y bacterias que se hayan podido quedar entre los dientes.
Deja de fumar o, al menos, fuma de forma controlada. El tabaco es un gran enemigo de la salud y de nuestros dientes. Provoca pérdida en la permeabilidad de las mucosas y disminuye la oxigenación de todo tejido, lo que acelera el envejecimiento y deteriora la salud de los tejidos que rodean al diente.
Tratamientos y revisiones
Importantísimo, no te olvides de tus tratamientos bucodentales. Continúa con los protocolos fijados si utilizas aparatos, retenedores o férulas. Una vez concluida la comida, no te olvides de volver a colocar la ortodoncia, en caso de ser extraible.
Y, por supuesto, acude a tu odontólogo si ves que notas algún problema en tu boca o dientes. Recuerda que tu visita es obligada al menos dos veces al año como medida de prevención.
A ver, nuestro objetivo con este artículo no es que cambies la tradición ni tus costumbres festivas. Al contrario, nuestra intención es informarte y recomendarte lo mejor para su disfrute. Y sin con ello conseguimos, además, afianzar en las nuevas generaciones la medidas que ayuden a mantener su salud oral, pue mejor.
¡Feliz Navidad y próspero 2020!