La sedación consciente es un servicio ya disponible en las clínicas Jesús Llona Badiola. Realizado por anestesista, esta técnica consiste en sedar al paciente, ayudándole así a superar el miedo o fobia al dentista (dentofobia), y a estar más tranquilo durante los tratamientos y cirugías odontológicas y, sobre todo, no sentir dolor ni ninguna sensación extraña.

Cada vez que una persona acude al dentista, lo hace con más o menos miedo al ‘sillón dental’. Es un temor persistente, irracional e injustificado a ponerse en manos del odontólogo y, en algunos casos, tiene explicación en experiencias traumáticas previas. El caso es que la mayoría de estas visitas están marcadas por el estrés y la ansiedad que genera a estas personas la sola idea de tener que ir a consulta por miedo a sentir dolor. Ahora este temor ha quedado atrás.

Ahora y durante todo el tratamiento, el paciente estará sedado pero consciente. Lo dormimos, pero no profundamente. De esta forma controlamos el ‘miedo al dentista’ y le ahorramos ese estrés y ansiedad.

Con la sedación consciente, el paciente es inducido a un estado que le relaja y tranquiliza, pero durante el cual no pierde en ningún momento el conocimiento ni ve alterada su percepción sensorial de un modo comparable al de una anestesia general. El paciente nos atiende si le hablamos, le tocamos o le movemos, y no padece cambios significativos en su función cardiaca ni respiratoria. La hay de dos tipos, la inhalatoria y la intravenosa, si bien en clínicas Jesús Llona Badiola aplicamos la intravenosa.

La sedación consciente intravenosa se obtiene mediante la inoculación, vía intravenosa, de medicamentos hipnóticos e inductores del sueño. Para practicarla es necesario que el proceso lo dirija un anestesista, que se encargar de regular la dosis en función de las necesidades del paciente, así como de controlar su pulso, tensión y función respiratoria en todo momento.

Normalmente, tras la intervención, el paciente tiene un cierto grado de amnesia, rompiéndose así el círculo vicioso fóbico que facilitará que, posteriormente, pueda acudir a la clínica dental sin ansiedad. Al terminar el tratamiento el paciente puede estar un poco aletargado, aunque no es necesaria ninguna recuperación adicional. No hay ningún tipo de efecto secundario, ya que los fármacos empleados se eliminan por completo en muy pocos minutos. Sin embargo, los efectos de la sedación consciente pueden durar entre 2 y 4 horas, por lo que el paciente permanece en la clínica durante un tiempo corto, hasta que es dado de alta y se puede marchar a su casa. Para ello, el paciente debe estar consciente y orientado, hemodinámica y respiratoriamente estable, y sin necesidad de ayuda para la marcha. Se recomienda, eso sí, que acuda a consulta acompañado.

Esta técnica se puede aplicar en todos los tratamientos como endodoncias, extracciones (exodoncias), limpiezas dentales, empastes, etc. Aunque la empleamos, principalmente, en tratamientos odontológicos más largos y complejos como las cirugías de implantología y regeneraciones óseas, que de lo contrario suelen hacerse incómodos para el paciente.

En clínicas Jesús Llona Badiola contamos con el profesional médico especialista en anestesiología y con la tecnología precisa para llevar a cabo esta técnica que es muy segura, y su recuperación es rápida y sin secuelas. Nos permite, además, programar los tratamientos para intervenir odontológicamente al máximo y así reducir el número de las sesiones de sedación consciente.