Las personas mayores se perfilan como uno de los grupos poblacionales que hará subir la demanda de tratamientos dentales en un futuro inmediato en España, como ya comentamos en nuestro artículo ‘Salud bucodental ‘universal’, ¿para cuándo?’. Los trastornos generales de la salud, el tomar medicamentos y el uso de prótesis dentales suelen ser comunes en ellas. El dentista puede ayudarles a enfrentar la mayoría de esos desafíos satisfactoriamente y que tengan una buena vejez y vivirla con vitalidad.
La pirámide de población de España continúa su proceso de envejecimiento. Según los datos estadísticos del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2018, el 19,1% de la población española (8,91 millones) son personas mayores, aquellas que tienen 65 o más años, y la edad media de la población se situaba en 43,1 años.
Paralemente, la esperanza de vida se ha incrementado de forma espectacular durante todo el siglo XX. En 2017, las mujeres españolas tenían una esperanza de vida al nacer de 85,7 años y los hombres de 80,4 años. Y desde los años ochenta, se ha producido igualmente una notable mejora en la supervivencia en la vejez.
El reto de nuestra sociedad, moderna y con gran capacidad tecnológica, está en preparar a mujeres y hombres para que lleguen a la vejez en las mejores condiciones de salud posible para disfrutar de un bienestar más pleno, facilitando su inclusión y participación social. Y en este escenario, sin duda, la salud bucodental es un factor clave.
La Salud bucodental, clave en la forma de envejecer de las personas mayores al optimizar su salud general, mental y social
¿Por qué? Porque el aumento paulatino de la esperanza de vida, unido a un cierto avance en la concienciación de la importancia de la salud bucodental, tiene como consecuencia que las personas mayores retienen cada vez más dientes en la boca (en 2015, el porcentaje de desdentados totales bajó hasta el 10,6%, en la franja de edad de 65-74 años). Por ello, tienen más posibilidades de presentar caries y enfermedad periodontal (afectación patológica de las encías -gingivitis y periodontitis-). Sin olvidar, los problemas habituales derivados de las prótesis dentales, la presencia de boca seca de origen farmacológico, etc.
Por contra y según datos del Observatorio de la Salud Oral en España, las personas mayores de 65 años son, junto a los menores de 7, los que menos visitan al dentista. De hecho, en 2015, más del 50% no habían acudido al dentista en los últimos 12 meses. En ocasiones, debido a aspectos económicos (muchos mayores tienen ingresos bajos y son económico dependientes) o porque creen que sus afecciones bucodentales no se pueden solventar. Sin duda, un grave error, puesto que esta dejadez empeora su calidad de vida y repercute en la estética, funcionalidad de su boca y en su salud bucodental y general.
Pero, ¿cuáles son los cambios que sufre la boca y los dientes con el paso de los años?
Con el paso de los años, y al igual que el resto del cuerpo, la boca experimenta diversos cambios derivados del envejecimiento, tanto en la estructura como en la función de la cavidad bucal.
Según expertos en odontogeriatría (atención de la salud bucal para personas de 65 años de edad y mayores), la saliva tiende a disminuir, por lo que se tiene una mayor sequedad de boca que puede avivar la aparición de infecciones bacterianas y por hongos o el desarrollo de caries. Además, se desgasta la superficie de los dientes, que se hacen más afilados y quebradizos, se pierde hueso alveolar y las encías se adelgazan, lo que produce, con frecuencia, pérdida de piezas dentales.
Luego, los cambios que se dan a lo largo de los años se producen tanto a nivel macroscópico como a nivel de composición de los tejidos dentarios.
Básicamente, en los dientes de las personas mayores encontramos:
- Superficies masticatorias más lisas;
- mayor prevalencia de caries entre los dientes a nivel de la línea que une el esmalte al cemento de la raíz debido a una higiene deficiente;
- mayor prevalencia de caries radiculares, asociadas a recesiones gingivales (encías);
- el esmalte tiene menor espesor;
- y la dentina (capa de marfil que rodea la parte interna de los dientes llamada pulpa dentaria) está más mineralizada.
En las personas mayores, ¿cuál sería la radiografía de la enfermedad periodontal?
En general, las características periodontales de las personas mayores, a las que dedicaremos un artículo más adelante, implican: pérdida de soporte dental; recesiones gingivales; y gran acúmulo de placa y cálculo dental, también denominado sarro, odontolito y tártaro dental.
Asimismo, las lesiones de la mucosa oral más frecuentes son: la lengua fisurada (con fisuras en el dorso de la lengua) y las lesiones asociadas a portadores de prótesis (candidiasis bucal o ‘aftas’, úlceras traumáticas y queilitis comisural o boqueras).
¿Y qué hay de las opciones terapéuticas para las personas mayores?
El tratamiento odontológico de las personas mayores no difiere, en esencia, del que se lleva a cabo en otros pacientes de cualquier edad.
Las personas mayores pueden presentar lesiones en los tejidos blandos orales (muy frecuentes tanto relacionadas con el uso de prótesis como con lesiones primarias o derivadas del uso de fármacos). En estos casos, no se deben obviar las úlceras, que los pacientes portadores de prótesis removibles pueden asociar a éstas. De igual modo, hay que tener especial cuidado con aquellas úlceras, que aún siendo de origen traumático, no desaparecen al eliminar la causa que las provocó.
Si hay caries, se puede llevar a cabo un tratamiento restaurador o endodóntico. El enfoque del tratamiento va a depender del tipo de caries y de las condiciones generales del paciente. Por cierto, la probabilidad de éxito de los tratamientos de endodoncia en las personas mayores es la misma que en los jóvenes, pero hay que valorar que el diente sea reconstruible, que los conductos sean accesibles y se puedan trabajar, que tenga buen pronóstico periodontal y que sea un diente útil.
En el caso de que la persona mayor precise un tratamiento periodontal, debemos tener en cuenta, únicamente, que los cambios fisiológicos de las personas mayores y su estado general van a condicionar la evolución y el tratamiento de la periodontitis. La respuesta inmune está disminuida, así como la capacidad de regeneración y cicatrización de los tejidos, pero esto se compensa con una menor reacción inflamatoria ante la presencia de bacterias.
Si se hace necesaria la reposición de los dientes perdidos, se indica un tratamiento de prótesis. La primera elección siempre que sea posible debe ser la prótesis fija, bien sobre dientes o sobre implantes. La prótesis removible quedará para cuando no es posible una prótesis fija y, en muchos casos, como paso previo a una dentadura completa.
Y si el paciente opta por un tratamiento con implantes dentales, de hecho, las personas mayores son cada vez más propensas a utilizarlos, no hay límite de edad. El proceso de osteointegración y de cicatrización de tejidos blandos es similar en el adulto mayor sano que en el adulto joven. Además, está demostrado que una prótesis sujetada con implantes aumenta la capacidad de masticación respecto a las completas removibles.
Bueno, como veis nunca es tarde para evitar cualquier enfermedad bucodental, pero insistimos en que la prevención es la clave. La adopción de determinados hábitos saludables, llevar a cabo una serie de medidas higiénicas y visitar regularmente al dentista posibilitarán que muchas personas adultas vislumbren un envejecimiento saludable y una mejor vejez con una buena salud bucodental. ¿Te apuntas?
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